9 momentos cruciales que atraviesa un hombre soltero

Estar soltero puede ser fruto de una decisión personal o el producto de una ruptura con otra persona. Los sentimientos son dispares y las sensaciones diferentes. Lo que antes era felicidad, ahora es un castigo o un proceso de tranquilidad y felicidad.

Aunque los momentos negativos parece que llegaron para quedarse, es importante asegurar que perdurarán tanto uno se aferre a ellos. No todo dura para siempre y esta etapa puede resultar beneficiosa si se la mira con otros ojos.

“Estar solo, en contraste con la soledad, a menudo es un estado positivo – uno que puede ser buscado en vez de evitado”, escribieron dos psicólogos de la Universidad de Massachusetts que agregaron que el estado de soltería se ha relacionado con “la libertad, la creatividad, la intimidad y la espiritualidad”.

Extrañar demasiado a una ex pareja

Mientras una parte del cuerpo intenta reconfortarse, hay otra que aún espera que esa persona que se fue vuelva a llamar. El teléfono no suena y la desesperación crece. El sentimiento empieza a sanar pero ya nadie está pendiente de uno. Las noches en soledad son el plan perfecto de la depresión, aunque toda historia puede tener final feliz.

¿Fue un error dejar aquella persona?

Esta es la etapa de poner en la balanza lo bueno y lo malo de la última relación. Reconocer errores propios y aprender de los ajenos. Al mismo tiempo, la visión de la otra persona comienza a tener más objetividad, por lo que es probable que aparezcan otros tipos de sentimientos. La idea de estar soltero no parece un mal plan y abre un abanico de oportunidades antes desconocidas.

La necesidad de una “amiga con derechos”

Una relación más simple, sin tanto compromiso y bajo una regla primordial: no tener que rendir cuentas. La fantasía permite pensar en una “amiga y nada más”, por lo que esa situación realista resulta viable y casi perfecta para esta etapa. Pero no existe. Cualquier relación -por más mínima que sea- ocasionará una historia en la que hay que involucrarse. Sólo el tiempo concluirá en algo positivo o negativo.

Mejora el autoestima

Las rachas ganadoras no son casualidad. Y la importancia de la actitud tampoco. Cuando el autoestima crece, uno comienza a verse más atractivo e inevitablemente es la imagen que le muestra a los demás. Lo que antes era imposible e impensado, empieza a tener forma.

Las señales confusas de la gente

La capacidad para observar la dinámica del coqueteo cada vez es más aguda. La necesidad de claridad se genera desde el principio, pero sólo con el correr de los meses esta aparece de forma natural. Es la etapa en la que no se sabe lo que realmente se quiere y lo que no sirve, se descarta de inmediato. El “no” aparece mucho más fácil.

Ya no querer ser más un objeto sexual

Esta es la etapa en la que nadie se anima a entregar los sentimientos a otra persona como si nada. La vulnerabilidad pende de un hilo y la sensibilidad está a flor de piel. Tener relaciones ocasionales puede no estar entre los planes y quedarse en casa mirando la televisión tiene mucha más atracción. A no amargarse, es parte del proceso.

Querer dormir con alguien: el único objetivo

La ex pareja vuelve a aparecer y con mucha nostalgia. El tiempo y los momentos más íntimos con esa persona “haciendo nada” son los que merodean la mente. Acá es donde se está preparado para entregar un poco más del sentimiento y dejar compartir parte de lo íntimo. La sensación de vacío, de una vez por todas, pareciera terminar.

Aprender a vivir en forma independiente

La valoración personal está muy fuerte. Se aprendió a respetar el espacio de uno mismo y a esperar el tiempo suficiente y necesario para invadir otro. Contar las horas, días y meses desde la ruptura es algo del pasado. No hay más complejos a pesar de ser el único del grupo de amigos que sigue soltero.

Darse una nueva oportunidad

La etapa más esperada. Cuando menos era de imaginar, alguien comienza a llamar la atención y todo es más simple de lo imaginado. El proceso vuelve a tener sensaciones y sentimientos encontrados, pero poco a poco todo va cambiando para bien. La soltería también quedó en el pasado.